El cernícalo primilla es una pequeña rapaz ligada a los ambientes de la pseudoestepa cerealista propia de los paísesmediterráneos: Francia, Italia, Grecia, Turquía, Portugal, Rumanía y, principalmente, España.
     En Castilla y León se encuentra la mayor parte del 42% de la población mundial que habita en nuestro país; y en la ZEPA de Villafáfila, el 50% de la población autonómica de la especie.
     A los pocos días de comenzar febrero, como si se tratara de exploradores, llegan los primeros individuos a la Reserva. Cazadores infatigables, saben que se acerca la época de abundante comida para ellos y para sus futuras crías y lo aprovechan para instalar aquí sus nidos.
     A veces pasa casi un mes hasta que empieza a llegar el resto de los cernícalos, que esta vez lo hacen en gran número y se dejan ver por todos los pueblos y campos de la Reserva.
     Pueden ver una descripción y un mapa en la guía de aves, así como un gráfico con el número de cernícalos en la Reserva.

     La importante regresión sufrida en las últimas décadas ha llevado a clasificar está especie como vulnerable. Las principales causas de esta regresión son:

• La desaparición de los lugares donde emplazar sus nidos.
• La transformación que ha sufrido el hábitat estepario.

     El cernícalo primilla coloca sus nidos en los palomares y otros edificios con teja arabe. Algunas de estas construcciones se destruyen con el paso del tiempo y las nuevas construcciones realizadas no utilizan este tipo de tejado, y eso hace que les sea imposible anidar en ellos.
     Los métodos de cultivo han cambiado y no favorecen a las especies esteparias. Para intentar subsanar este problema, la Junta de Castilla y León ha recibido fondos Europeos a través de los programas LIFE, Tales como el "LIFE primilla" o el "LIFE avutarda".

     Con estos fondos se han realizado actuaciones como:

• Recuperación de palomares en mal estado y colocación de nidos artificiales en sus cubiertas.
• Colaboración en la reparación de la cubierta de la iglesia de Otero de Sariegos y colocación en él más nidos artificiales que sustituyan a los tejados de los viejos edificios abandonados y, casi todos, derruidos.
• Construcción un primillar en el casco urbano de Otero de Sariegos con el mismo fin.
• Inversión en parcelas de cultivo en la zona, y se han subvencionado cultivos para la conservación del hábitat estepario.

     Todo esto contribuye a recuperar la población de esta especie y otras ligadas a la estepa como la avutarda, ortega, sisón, etc...